sábado, 6 de diciembre de 2008

Lágrimas de agua



¿Porqué dejo que mi corazón goteé de tristeza?...

¿Para qué lo amarro si se diluye?...

Hay algo de ese dolor, que yo no quiero que marche,

necesito que se quede ahí, para recordarme lo que

hice...

Teresa

2 comentarios:

  1. Cariño...¡me he quedado espantada!

    ¿Por qué te castigas?

    Estoy segura que eres capaz de albergar perdón para los demás.

    Acuerdaté de ti misma...

    Un besazo

    ResponderEliminar
  2. La vida está llena de encrucijadas, Teresa, y hay que elegir camino. No podemos,no debemos, culparnos si el elegido no fué el más acertado. Y mucho menos dañarnos.

    A veces, a falta de perdón hay que abrirle paso al olvido.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar

La riqueza está en la variedad de opiniones