lunes, 27 de octubre de 2008

Herida


foto: Irene Pakhomoff

Cuando el alma está herida, el corazón
nos duele como si una fina aguja nos
atravesara, un dolor sutil, lleno de ra-
mificaciones, un dolor que se palpa,
que envuelve, que se ramifica...un dolor
que sólo nosotros podemos disolver, cuando
nos deja el alma...

Teresa

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La riqueza está en la variedad de opiniones