jueves, 19 de noviembre de 2009

El dolor


Pintura: Nicoletta Tomas

Definitivo, como todo lo que es simple. Nuestro dolor
no viene de las cosas vividas, sino de las cosas que
fueron soñadas y que no se cumplieron.


¿Por qué sufrimos tanto por amor? Lo correcto sería
que la gente no sufra, apenas agradecer por haber
conocido una persona tan linda, que generó en
nosotros un sentimiento intenso y que nos hizo
compañía por un tiempo razonable, un tiempo feliz.


¿Por qué sufrimos? Porque automáticamente
olvidamos lo que fue disfrutado y comenzamos a
sufrir por nuestras proyecciones irrealizadas, por
todas las ciudades que nos hubiera gustado
conocer al lado de nuestro amor, y no conocimos,
por todos los hijos que nos hubiera gustado
tener juntos y no tuvimos, por todos los
espectáculos, libros y silencios que nos hubiera
gustado de haber compartido y no compartimos.
Por todos los besos cancelados, por la eternidad.


Sufrimos, no porque nuestro trabajo es
desgastante y paga poco, sino por todas las
horas libres que dejamos de tener para ir al
cine, para conversar con un amigo, para nadar,
para enamorar.
Sufrimos, no porque nuestra
madre es impaciente con nosotros, sino por
todos los momentos en que podríamos estar
confidenciando con ella, nuestras más profundas
angustias y ella estuviese interesada en
comprendernos.


Sufrimos, no porque nuestro equipo perdió,
sino por la euforia perdida.
Sufrimos no porque
envejecemos, sino porque el futuro nos está
siendo confiscado, impidiendo así que mil
aventuras nos sucedan, todas aquellas con
las cuales soñamos y nunca llegamos a tener.


¿Cómo aliviar el dolor de lo que no fue vivido?

La respuesta es simple como un verso: Cada
día que vivo, me convenzo más de que el
desperdicio de la vida está en el amor que no
damos, en las fuerzas que no usamos, en la
prudencia egoísta que nada arriesga, y que,
esquivándose del sufrimiento, hace perder
también la felicidad.
El dolor es inevitable.

El dolor es inevitable.
El sufrimiento es opcional.
Carlos Drummond de Andrade

El autor de la reflexión de hoy hace una
genuina introspección a la dinámica del dolor
y el sufrimiento resultante. El concluye que
el problema nuestro no es tanto el dolor
que las circunstancias nos
provocan, sino
más bien el impacto que estas
circunstancias tienen sobre nuestros
planes y sueños... lo cual no sólo tiene
lógica sino que vierte mucha luz sobre
la manera en que reaccionamos a la adversidad.


Y yo añado, que los humanos tenemos una
gran capacidad de perder energía inutilmente,
encima lo sabemos, por tanto, somos "burros"


Teresa

7 comentarios:

  1. Yo creo que somos masoquistas, y nos regodeamos dandole vueltas y más vueltas
    a lo mismo.
    Soy mas burra que un Burro
    Un beso

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  2. Contra: jajajaj, me ha gustado eso de ser mas burra que un burro.

    Y si, tienes razón, a veces parece que nos gusta revolcarnos en la mierda

    Un abrazo grande

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  3. Sí, somos una cultura adicta al "yo más". Si tu sufres, "yo más", si a ti te duele, " a mi más"... como que nos dá categoria.

    Algún dia aprenderemos a pararnos unos segundos para racionalizar lo que nos acontece y decidir si nos merece la pena sufrir o hacer que ese dolor del momento nos sirva para entender un poco mejor los mecanismos de la vida.

    Espero que tu pierna esté mejor. Un beso.

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  4. Me quedo con la reflexión de que el dolor es inevitable, el sufrimiento no. Bueno es trabajar para que cicatrice...pero hurgar en la herida y seguir lamiendo impidiendo que endurezca...es algo que hacemos constantemente.

    Un abrazo Pluvis ¿y tu piernecita?

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  5. Carmen: Si, totalmente si, somos unos adictos.

    La pierna mejor

    Un abrazo guapa

    ------------------

    Tita, ya sabes, nos gusta lamer...jajajaj

    La piernecilla muho mejor

    Un abrazo apretao de los tuyos

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  6. Me encanta Nicoletta ... una pintora que refleja de forma increíble el dolor en la mirada

    El dolor ... pasa. El tiempo cura.
    Besoslinda

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  7. Ana: Nicoletta es todo sensibilidad.

    El dolor, a veces se instala y se convierte en una especie de amigo de eos que no quieren irse de cas ni a patadas...bufffffffff

    Un abrazo

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