sábado, 28 de noviembre de 2009

El humo de las horas


Pintura: Lucia Popenko

—haikus del tren nocturno—

1
Viento cantábrico.
Sobre los dos railes
la luz camina


2
La despedida.
El adiós del pañuelo
lleva la brisa



3
Parten los trenes.
Cuando venga la noche,
la estación sola.

4
Montes y nubes
otro camino llevan.

El tren avanza.


5
Allá a lo lejos.
Por el camino el árbol
viene al encuentro.


6
Mira a la madre:

el pan sobre el regazo.
Olor a encina.

7
Vuelves la espalda.
El chopo del camino
te dice adios

8
Sobre la loma,
entre las tapias blancas,
solo el ciprés.

9
Por el ocaso una nube
se incendia.
La tarde cae.

10

Agrio arrebol.
Sangre sucia
en las nubes del lubricán.

11
La noche llega.
El silbido del tren
abre los montes.

12
¿Dónde la luz?
Una lechuza vuela
hacia la iglesia.

13
Rojo farol.

Desde el andén lo miran.

El tren se aleja.

14

Tras la montaña

la luna roja se alza.
El tren jadea.

15
Ventana abierta.
El humo de las horas
vela tus ojos.

16
Es la memoria.
Contra el viento la espalda.
Lentos, los días.

17
Entre las nubes,
de horizonte a horizonte
sola la luna.

18
Brisa en los ojos.
Acompañas el tiempo.
Todo galopa.


19
En la cantina
una mano en la copa.
Fuera, la noche.

20

Pasan las horas.
Los raíles del tiempo
nunca terminan.

21
La pasajera.
En el cristal las sombras
lamen su rostro.

22
Pozo del sueño,
el silencio se espesa.
Lentas las horas.

23
Abres los ojos.
La ventana del día
y tu recuerdo.

24
Pie en el estribo.
Nadie por los andenes.
La madrugada.

25
Apeadero.
El silencio se oye
y las alondras.

26
Ya viene el día.
Rauda cierra la noche
el tren del alba.

27

Otro camino.

Los pájaros del alba,
otro horizonte.

28
Junto a la hoguera
asnos, perros y niños.
Azul el humo.

29
Se oyen las olas.

Balcones del Oriente.
Mediterráneo.

Francisco Álvarez Velasco

6 comentarios:

  1. Este poema me recuerda a la estación de mi pueblo.

    Cuando niña me gustaba ir a ver la llegada de los trenes, los encuentros, los abrazos.

    Me imaginaba a mi misma llegando radiante de un viaje de no se donde y mi "chico" esperandome en el andén fundiendonos en un abrazo
    Un besito preciosa

    ResponderEliminar
  2. A mi me recuerda lo que evoca la visión a través de la ventana de un tren dibujando en tu mente la punzada de angustia al recordarte que la vida pasa igual, que el tiempo corre igual y la dificultad de atrapar determinados recuerdos (al igual que el paisaje que se mueve ...) .

    ResponderEliminar
  3. Contra: ¡¡¡que romantica eres!!!, me encanta

    A mi las estaciones de tren siempre me han atraido, soy capaz de imaginar cualquier historia, solo mirando a alguien que habla por la ventanilla con un amigo.

    Un abrazo.

    ----------------

    Ana: Tal vez por eso me atrae el tren, es algo difícil de explicar, esa emoción agridulce que me produce, como el vaiven del vagón...

    Petonets

    ----------------

    ResponderEliminar
  4. Bello haikus.
    Siempre me han atraído los trenes, la variopinta gente en los andenes y sus expresiones tan diferentes, de llegada, de un adiós....
    Besitos

    ResponderEliminar
  5. Emibel,a mi me fascinan, fijate que de joven, una noche nos queriamos quedar a dormir en la estación de Barcelona, sólo como expereincia...que tiempos aquellos...

    Besitos

    ResponderEliminar

La riqueza está en la variedad de opiniones