viernes, 22 de enero de 2010

El vértigo


Pintura: Cherylene Dyer

...Sus ganas de volver aumentaban porque se
sentia débil...
Su andar se volvió inseguro y
casi todos los días caía en algún sitio,
se
lastimaba con algo o, por lo menos, dejaba
caer algo que tenía en la mano.


Había en ella un deseo insuperable de caer.
Vivía en un vértigo permanente.

Aquel que se cae está diciendo:
"Levantame..."

Kundera

Hay tantas y tantas maneras de pedir ayuda...

Muchas veces utilizamos recursos poco
comprensibles para los que tenemos al lado,
el caso es que no sabemos hacerlo de otro modo...

No es fácil pedir ayuda, tampoco lo es darla.

No ayudamos si invadimos el espacio del otro
sin que él nos lo pida...todo lo contrario, eso
provoca rechazo y hemos de ser conscientes de
ello y no culpar al que esta mal de no dejarse ayudar...


Cada uno tienesu manera de pedir
que le ayudemos. Respetemos los "tempos"

Nadie se dejará ayudar si no quiere, por mucho
que nos esforcemos.

Seamos comprensivos, pacientes, dejemos fluir los
acontecimientos, todo tiene su momento...

Teresa

14 comentarios:

  1. Cuando el problema me supera, necesito desahogo, comprensión y apoyo para superar la situación
    y después reflexión conmigo misma desconectada del mundo,

    Es mi forma de pedir ayuda.

    Un beso

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  2. Molt bona la reflexió.

    El que més impotència dona és mirar d'ajudar algú que està enfonsat en un pou i no en pot sortir. Només ell ha de trobar el camí, i nosaltres només podem acompanyar-lo...això si, sense deixar que ens invaeixi, ja que no és cap camí assumir les responsabilitats i recorrer els camins que no són nostres...Per molt que estimem a aquella persona.

    Fàcil de dir, però no de fer.

    Petons.

    M'agrada el fons del blog que has posat.

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  3. Tienes toda la razón, es bueno pedir ayuda, es mejor saber cuándo ayudar. Besos.

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  4. Todo tiene su momento si, pero hay veces que nos están pidiendo ayuda pero nosotros no lo oímos. Debemos saber que no solo con la palabra se piden las cosas.

    Un besito de ensueño =)

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  5. Hemos llegado, socialmente, a un punto tal que tenemos auténtico miedo de invadir la intimidad de los que nos rodean. La privacidad se ha convertido casi en motivo de culto. De tal manera que cuesta tanto pedir ayuda como ofrecerla. No nos atrevemos.

    En definitiva, pienso que complicamos demasiado las relaciones.
    ¿No nos facilitaria más las cosas pedir ayuda cuando lo necesitemos y a quién creamos que pueda ayudarnos? ¿No sería mejor tender una mano, aún a costa de que no la lleguen a necesitar?

    Seguro que en las sociedades "menos civilizadas" ni siquiera se hacen estas reflexiones. Ayudarse mutuamente es la única manera de sobrevivir.

    Creo que nos sobra un poquito de orgullo y nos falta un pelín de humildad.

    Un besito, guapa.

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  6. Me cuesta dejarme ayudar, creo que puedo con todo, ccreo que soy una superwoman hasta que caigo.
    Ahí tengo a mi pareja que es quien me levanta. Y, una vez pasado el bajón, es cuando resurjo y lo hablo con alguna amiga.
    No me cuesta ayudar a los demás, para éso siempre estoy dispuesta y creo que lo más importante es escuchar, no agobiar, no dar consejos no pedidos..
    Me encantó tu reflexión, sentí que era tu protagonista, permítemelo aunque peque de egocéntrica.
    Y la fotografía es muy bonita.
    Un beso, preciosa

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  7. al final parece que el problema es la comunicación, puede serlo más incluso que el problema en cuestión

    si se desconoce o no se transmiten las señales de socorro o no se capta el mensaje de auxilio la solución está difícil

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  8. La ayuda a alguien cercano se le presta aunque no la pida, si ves que la necesita y no es una intromisión demasiado clara en su privacidad.
    Si es alguien de tu exterior, prefiero preguntar antes de meter la pata, cosicas mías.

    Un abrazo.

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  9. Ser pacientes,...
    Dejar fluir,...
    Todo tiene su momento.

    Dejarse ayudar es mejor que pedir ayuda, ya que muchas veces los que la necesitan, no se dejan.

    Una hermosa reflexión, Pluvisca.
    Un abrazo.

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  10. Contra: a mi me pasa al revés, me quedo solita hasta que se me pasa...

    un abrazo lleno de comprensión
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    Zubel: Si, has dit la paraula clau: acompanyar, es l'únic que podem fer sempre que ens deixin i com be dius sense que ens invaeixin.

    M'alegro que t'agradi el canvi del blog.

    Petonets.
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    Isabel: pues si, creo que básico saber cuando hay que ayudar.

    Besinos
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    Winding: Hay que saber cuando nos piden ayuda, pero tampoco pueden esperar que sepamos todas las señales...

    Besinos guapa
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    Carmen: lo que tu comentas es cierto, pero también lo es el que haya personas que quieren ayudar aún a costa de que el otro no les pide ayuda...no se puede ayudar si el otro no quiere. Invadir el terreno de los demás no sirve, al revés, se echan para atrás.

    Pero si, menos orgullo y más humildad nos venfría bien a todos.

    Un abrazo
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    Emibel: Cuando escribo siempre pienso en alguién, me alegra que pensaras eso.

    Yo soy como tu, pero no es positivo para nosotras, creo que nos hace mas mal que bien ¿no?

    A veces ayudamos a los demás, hablo de nosotras dos, y asi nuestros problemas quedan a un lado durante el tiempo que estamos con los otros...

    Y si, lo más importante es escuchar, a veces, es lo único que necesitan.

    Un abrazo de algodón de azucar, hoy toca
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    Cordelia: si, es el mal que tenemos y para mi grave, la falta de comunicación, o lo que es peor, la mala comunicación.

    Esta claroque si las personas no hablan el mismo idioma psicológico, la cosa se complica.

    Besinos
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    Emilio: pues si, si son de fuera mejor preguntar, y si son de dentro depende ¿no?

    Un abrazote
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    Flautista: si duende, todo tiene su momento y a veces, como tu dices, los que necesitan no se dejan...

    Un abrazo apretao

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  11. Tienes toda la razón, en que cada uno pedimos y damos ayuda de una manera. Ya aprendí que no sólo es necesaria mi voluntad de ayudar, sino que tanto o más lo es la del otro de aceptarla.

    Besos.

    Ya lo viví, y durante un tiempo me sentí culpable, por no haber sido capaz de ayudarle. Ahora sé que era imposible, no era cosa mia.

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  12. Azul, asi es, nada podemos hacer si el otro no quiere. Pero hay veces que la impotencia que nos produce, hace que nos sintamos culpables, y sólo el tiempo nos hace ver que no era asi.

    Un abrazo

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  13. Uyyyyyyyyyyyyyyyyyyy ...

    me encanta ayudar ... no sé dejarme ayudar ... tal vez por eso me caigo cada dos por tres ...

    Brutal niña.

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  14. No te extrañe Ana, es lo que conlleva ayudar...

    Un abrazo muy gordo

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