
Imagen: blog Sara Pin
Hay un ejercicio en psicología Gestalt, y supongo
que en otras corriente también, que consiste en
dejarse caer de espaldas sobre los brazos de un
compañero.
Por supuesto va sobre la confianza, hay que cerrar
los ojos y dejarse caer...mucha gente se resiste,
se pone tensa y algunos son incapaces de hacerlo.
Yo lo he hecho varias veces y siempre me he dejado
caer sin miedo, me subía la adrenalina, pero era
un sentir placentero
¿Y vosotros? ¿lo habeis hecho? ¿lo hariais?
Teresa
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSi que he hecho ese ejercicio y me he dejado caer sin miedo.
ResponderEliminarSoy confiada hasta que no me demuestren lo contrario
Qué casualidad,Teresa, hoy mismo estaba pensando poner una entrada en mi blog con este tema pero enfocado más a la desconfianza reinante.
ResponderEliminarNo, no he hecho este ejercicio y si me prestase a hacerlo sería porque tendria la suficiente confianza con la gente.
Antes era muy confiada, pero conforme pasa el tiempo esa confianza va mermando. No te puedes fiar de todo el mundo sin más.
Un abrazo apretao.
Mira, yo he realizado una curiosa variante de este ejercicio, que se me ocurrió mientras veraneaba.
ResponderEliminarMe ponía de espaldas al agua, en el borde de la piscina. Y me dejaba caer hacia atrás, con los ojos cerrados y mi nariz tapada.
Del calor que mi piel sentía, pasaba a una enorme explosión de sensaciones,... frío intenso, mareo, adrenalina, falta de aire, regeneración, despertar, nacer de nuevo al salir a la superficie y llenar mis pulmones de aire fresco.
Me sentí jóven.
Me sentí niño.
Me sentí repuesto.
Y es que, me encanta experimentar en la vida, Teresa, jejejejeje,...
Un abrazo.
Contra: muy bien por ti
ResponderEliminarCarmen...ese control...jaajajajaj
Flautista: te imagino al borde de la piscina, jajajaj, ¡¡¡genial!!!
Un abrazo chic@s
Lo he hecho.
ResponderEliminarNunca he comprendido los que no se fian.
En la vida viajo igual.
Eso va en el caracter Jorge, yo tambien lo hago.
ResponderEliminarAntes lo hacía. Ahora, como Carmen me dosifico mucho más. Creo que no me dejaría caer con todo el mundo.
ResponderEliminarDe todas formas es hablar por hablar. No he vuelto a repetir el ejercicio hace muchos años.
También recuerdo una compañera que me contó que mientras estudiaba, un profesor les habló de la hipnosis, y pidió voluntarios. Los que eligió para poder hipnotizar fácilmente fueron los que se dejaban caer hacia atrás sin miramientos en este ejercicio jajajaja
Besos
Tita, eyyyy, oara el carro, que el tener confianza no implica dejarse manipular...que te veo venir bandarrilla...
ResponderEliminar¡¡¡Pantalones!!!
Claro que no, pero se opone menos resistencia a todo, al cuestionar menos ¿O no?
ResponderEliminarUyyyy siiiii .... y metaforicamente me metí alguna que otra ostia!(con perdón) ... pero de todo se aprende, hasta a desconfiar de quien debes hacerlo :D
ResponderEliminarMás besos.