Triturar

ASMarta Glinska 

Él se dio la vuelta hacia la pared. Ella entró en su habitación y se sentó ante la ventana...Algo dentro de ella se había roto de repente, no su amor, sino la idea que se hacia de su vida. Había tratado de hacer las cosas lo mejor posible. ¿Sería de verdad esa mujer que decía Ergon, que ocultaba su egoismo bajo la comprensión y la dulzura?. Lo único que siente en aquel momento, con las pocas facultades que aún le quedan para juzgar, es que aquel hombre al verse perdido, pulveriza el pasado de ambos, lo tritura bajo sus pies como si fuera de cristal...

La felicidad, es decir la confianza recíproca, los deleites de las noches, el frescor de las mañanas...han existido de todos modos.Pero él acaba de arrojar sobre todo esto puñados de odio y de repugnancia cuya mancha perdura.

Marguerite Yourcenar

Fragmento de ¿Qué ? La eternidad