Contemplar bajo el agua el destrozo.
de unas manos arruinadas.
Largos dedos de piel macilenta, rugosa,
invadida por diez o doce estrellas de mar.
Escuchar. Sólo escuchar.
Conservar la inacción y conservar la fe.
Hablar cuando el silencio es lo único digno.
Abrir los ojos cuando se debe descansar.
¿Y este curioso olor a animal acuático?
El tiempo está blanco.
Elevar los brazos y asentir. Hielo de fondo.
Saber (bien) lo que es ansiar algo temblorosamente,
Ansiar sin perder la fe a ciertas alturas se convierte en ardua tarea cuando solo nuestro silencio nos escucha.
ResponderEliminarAbrazo y saludos afectuosos!
Ansío cosas, pero he aprendido a vivir sien ellas.
ResponderEliminarContemplar, escuchar, hablar, callar, VIVIR sin ansia, es lo mejor que nos puede ocurrir.
Un beso Pluvis
El ansia me produce zozobra, inquietud; lo asocio a la avidez, al espíritu atormentado. No va conmigo, prefiero anhelar, desear,aspirar...
ResponderEliminarUn apretaillo
me encanta la palabra zambullida, pero irremediablemente muchas veces va unida a una cadencia que desemboca en hielo
ResponderEliminarbesos
Teresa:
ResponderEliminarYo hace tiempo que tengo un animo con un velo de tristeza, pero lo asumo y sigo el camino.
Un abrazo guapina
Antonio:
ResponderEliminarSi, pedregoso y sin aliento nos deja...
Besos
Contra:
ResponderEliminarEs lo mejor y a veces, lo más difícil...
Un abrazo mi niña.
Carmen:
ResponderEliminarYo nunca lo asociaria a la avidez, tal vez a la tristeza o a la desesperanza...
Yo también prefiero lo que tu dices, pero no siempre se consigue...
Un abrazo
Carmen:
ResponderEliminarLa mayoria de veces y entonces, el corazón se enfria y se encoje...
Besos