Pintura. Vincent van Gogh |
Ahora me dispongo a sembrar de nuevo.
No sé si será fértil la tierra,
si el agua suficiente
o si ansiosas esperan las aves
una rama fresca para el nido.
Por ahora tomo en mis manos
las raíces. Acaricio las hebras menudas
y aspiro hondamente su fragancia.
Allí están las hojas diminutas. Dedos frágiles
y verdes que buscan al sol con osadía.
Pero tú no estás aquí, como antes.
No estás para admirar este acto decisivo.
Harry Almela
la cosecha es siempre un misterio, nunca se sabe si una inundación arrastrará las semillas, un viento fuerte romperá las ramas o un granizo imprevisto destrozará el fruto
ResponderEliminarpero con algún tiempo de barbecho sembramos y sembramos
un beso
Mi querida Pluvisca: Es bellísimo el poema aunque inundado por la ausencia de él o de ella. Lo que es indudable es que sigue viviendo en su corazón.
ResponderEliminarBrisas y besos.
Malena
Ese riesgo... la de cosas que he plantado y nunca puedes asegurar cómo saldrán los tomates, o los melones, o las patatas... La imagen de vanGogh y el poema transmiten esa incertidumbre, en este caso incertidumbre helada, solitaria, con sólo un pequeño aliento de esperanza...
ResponderEliminarUn abraçada
Carmen
ResponderEliminarSi, sembramos y sembramos, a veces tiramos la toalla y al poco volvemos de nuevo...no es fácil recoger una buena cosecha...
Un beso
Nacida en África
ResponderEliminarPor supuesto que si, a los que amamos les tenemos reservada una habitación en nuestro corazón y por muy lejos que esten siguen con nosotros,
Un abrazo guapa
Ximo
ResponderEliminarEs que eso sentia al escribirlo, pero siempre queda esa pizca de esperanza...
Una abraçada
Que gran poema, me llego a lo mas profundo del corazon.
ResponderEliminarEliminar celulitis
ResponderEliminarBienvenida al blog, me alegro que te guste