Foto: .Mauricio de la Rocha |
Qué espectáculo conmovedor el de un cuerpo cediendo ante una aricia.Me sorprende la inediatez con la que una caricia persuade. Ahí donde las palabras fracasan basta con un roce de lapiel para obtener el resultado perseguido. Una caricia significa lo que es, busca una emoción inmediata, y pocas veces se presta a ser malinterpretada...
Sin embargo, que tremendo daño entraña ese poder para quién recibe la caricia y no sabe lo fácil que es mentir con ellas, qué cruel si los actos posteriores no acompañan la calidez que la caricia inicia.
No es lo mismo acariciar para restablecer la confianza o recuperar al otro, que acariciar como un consuelo que no tardaremos en traicionar. Asi acarician algunas personas, para consolar momentáneamente de una injusticia y para consolarse a sí mismos del pesar de no haber sabido atajarla...
Fragmento de Los seres felices
de Marcos Giralt Torrente
Nunca había pensado en ese insano poder de las caricias...supongo que como con el halago...
ResponderEliminarBesos hada. Gran imagen.
Hay gestos que sustituyen a las palabras.
ResponderEliminarHay palabras que mienten.
Hay gestos que mienten.
Los ojos no suelen mentir, quien sabe igual hay personas que también saben mentir con los ojos.
No obstante miremos la caricia en su parte de bondad. De una madre a un hijo recién nacido.
Un abrazo.
Tita
ResponderEliminarPues si, la mente humana es perversa mi niña...
Un abrazo
mErL
ResponderEliminarSi, mejor ver la parte hermosa de la caricia, también la hay...
Un abrazo
me encanta...
ResponderEliminarque mas puedo decir?
:-)
Firenze
ResponderEliminarA mi también, hay cosas que nos inspiran esa emoción, ojala fueran más...
Besinos