Foto: Franca Schinin |
Le pregunté a Yuki si se encontraba mal. Si le ocurría algo,si quería tomar un refresco. Pero Yuki permanecia callada. Era un silencio elocuente, sugestivo. Yo, también callado, seguí con la mirada el rumbo que tomaba aquel silencio. Con el tiempo, uno aprende a esperar con paciencia a que esos indicios, todo eso que sólo está sugerido, cobren forma y se hagan realidad. Igual que cuando uno espera a que la pintura se seque.
Fragmento de Baila baila, baila de Haruki Murakamí
Ay sí, los silencios como puentes y puertas, y no hay ninguno mudo..
ResponderEliminarUn besito
Ninguno, ni el más de los más...
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A veces, ante los silencios tremendos, solo caben las tremendas esperas...
ResponderEliminarLo que pasa es que, en honor a la verdad, no hay cuerpo que lo resista...
Un abrazo, amiga
A veces. los silencios pueden aplastarnos como una losa...
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Hay silencios muy explícitos, que lo dicen todo aunque tarden un poco en reaccionar.
ResponderEliminarAbrazos
Si, incluso demasiado...nos gustaría que hablarn para que pararan de decirnos cosas...
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Los sabios suelen ser pacientes. Bss.
ResponderEliminarTal vez por eso son sabios...y hay tnpocos...
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Me encanta el fragmento... nunca he leído a Murakami, y creo que debe ser hora, pero tendré que dejarlo para las vacaciones, si es que no tengo tiempo en condiciones...
ResponderEliminarAsí que gracias por traer estos magníficos trocitos siempre ;)
Besos abisales
Es un escritor singular, onírico y subrealista pero engancha
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Precioso fragmento. Me ha sugerido el mar con sus olas de ruido y silencio (en qué estaré pensando yo :-)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y buen finde Teresa!
Pues precisamente , en el fragmento, estan al lado del mar...eres un crak Antonio!
EliminarUn abrazo
las cosas tienen que madurar, los silencios también, hasta que el fruto esté en su punto óptimo. si todavía está verde amargará o será todo ácido.
ResponderEliminarCierto, dar espacio para que todo se aposente
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¡cuanta razón hay en este fragmento!
ResponderEliminara veces hay que dejar que las cosas maduren por sí mismas... porque al final todo todo acaba por salir a la luz.
biquiños,
Si, pero ya sabes, los humano sosmos tan impacientes...
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El silencio absoluto es capaz de gritar, me molesta. Prefiero una banda sonora natural donde los silencios son sólo de las personas, pero no de los pájaros, del viento o del mar.
ResponderEliminarUn besito.
El silencio da miedo , a veces, pero es necesario para tomar perspectiva
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que oportuna esta entrada jeje. Hola cariño, vengo siempre con prisas, ultimamente disculpa que no pueda venir por tu querida ventana pero ando liada.
ResponderEliminarQuería decirte que por un tiempo mi blog va a ser privado, si deseas seguir viendolo solo tienes que enviarme tu email y te enviaré una invitación ¿vale?
he creido necesario no exponer mas a las niñas, y porque hay personas muy indiscretas y ahora ando metida en algo que no deseo exponerlas, ya sabés es lo más importante...
mi correo es: ameliadflg@gmail.com
unb esito. Amelia.
Te entiendo
Eliminarya te mandé el email
Un abrazo mi niña
Que fragmento tan hermoso!
ResponderEliminarMurakami me encanta y has puesto una fotografia que lo acompaña divinamente.
Los mensajes no verbales, en ocasiones dicen tanto...
Besos Tere, buen fin de semana.
La expresión no verbal nos da el 80 por cien de la información si sabemos observar
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Cada uno encontramos nuestro hotel Delfín, el sucesor o el continuador de que los sueños se renueven periódicamente.
ResponderEliminarNo he leído este libro, pero las reseñas que he encontrado resultan muy sugerentes.
un abrazo
No todos sabemos encontrarlo, a veces uno se puede quedar atascado...
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El silencio puede ser quien nos ayude a encontrarnos a nosotros mismos, en cambio el silencio impuesto es una cárcel que nos impide ser libres.
ResponderEliminarsaludos.
merl.
Cierto, las cosas impuestas, raras veces nos enriquecen
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Qué magnífica la imagen para el fragmento que has elegido del libro de Murakami, Teresa.
ResponderEliminarSoy paciente para lo importante e impaciente con el día a día. Así que me siento muy identificada con este post.
Hay situaciones que necesitan madurar y conflictos que necesitan reposar antes de que sintamos esos indicios que nos señaln la salida.
Reivindico el silencio, ador el sielencio, en este mundo de tanto ruido y pocas nueces.
Un beso,
Si, saber guardar silencio cuando el interior está alterado es un signo de madurez
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"seguí con la mirada el rumbo que tomaba aquel silencio". Menuda parrafada, cómo se les ocurre estas cosas, dónde aprenderlo.
ResponderEliminarAbrazo Teresa.
Se aprende practicando...
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