martes, 15 de abril de 2008

Escucha tu corazón

EL SILENCIO

No digas nada, no preguntes nada.
Cuando quieras hablar, quédate mudo:
que un silencio sin fin sea tu escudo y
al mismo tiempo tu perfecta espada.
No llames si la puerta está cerrada,
no llores si el dolor es más agudo,
no cantes si el camino es menos rudo,
no interrogues sino con la mirada.
Y en la calma profunda y transparente
que poco a poco y silenciosamente
inundará tu pecho de este modo,
y sentirás el latido con que tu corazón
recuperado te irá diciendo todo, todo, todo.

Francisco Luis Bernardez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La riqueza está en la variedad de opiniones