lunes, 15 de junio de 2009

Soñar



Al fin salí de mi casita de caracol, necesitaba
aislarme, digerir, colocar...de nuevo volvió la
energía, la esperanza y las ganas de seguir
andando...
Soñé...sueño mucho, con las
cosas mas inverosímiles, dalinianas...

Estas reflexiones sobre los sueños
me parecen de lo mas acertadas:


En “Las enseñanzas de Chuang Tzu”
podemos leer esta breve historia:

"Cierto día, Chuang Tzu se quedó
dormido y soñó que era una mariposa,
revoloteando muy contento por ahí.
Y la mariposa no sabía que era
Chuang Tzu soñando. Luego despertó
y volvió a ser el de siempre, pero ahora
no sabía si era un hombre soñando que
era una mariposa o una mariposa que
era un hombre".
Soñamos aquello que
anhelamos que se haga realidad.
Soñar, siempre que lo hagamos desde
la realidad y no inmersos a su vez en
un sueño, es bueno. Soñar no implica
necesariamente engañarse ni vivir
únicamente a través de lo soñado.
Soñar, siendo conscientes de que
soñamos, es una maravilla. Nos da
impulso y fuerza para construir los
cimientos de los castillos en el aire
que levantamos y a la vez nos alivia
la espera del logro de la realidad del
castillo deseado. Y, en el peor de los
casos, de no llegar nunca esa realidad
porque es imposible su materialización,
¿es peor haber soñado que haber vivido
ese tiempo de espera como tiempo de
desesperanza?, ¿es peor haber puesto
empeño en conseguir lo querido que no
haber hecho nada por alcanzarlo?
La desesperanza nos ancla, nos deja de
brazos caídos y nos cierra por dentro y
por fuera, mientras que la esperanza nos
hace avanzar, abrir nuestras manos y
tenderlas.
Como Chuang Tzu, no sé si
cuando despertó era un hombre soñando
que era una mariposa o si era una mariposa
hombre a la vez. Pero qué importa eso.
Es muy triste que un hombre no tenga la
capacidad de soñar. Tan triste como una
mariposa sin esperanza.
. . .


"Ves cosas y dices,"¿Por qué?" Pero yo
sueño cosas que nunca fueron y digo,
"¿Por qué no?".
.

(G. Bernard Shaw). .

2 comentarios:

  1. A veces "soñar despierto" se convierte en un oasis enmedio del desierto. Nos alivia, nos calma, nos refugia... Pero núnca hay que perder el N.

    Pluvisca, me alegra que hayas salido repuesta - y compuesta- de tu crisalida.

    Un abrazo apretaó.

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  2. Un placer leerte recompuesta, pero ya sabes, la vida está llena de altibajos.

    En cuanto a los sueños, yo, soy un soñador empedernido, tanto despierto como dormido.

    Si no pudiese soñar, estaría más muerto que vivo.

    Y a veces, he soñado tan intensamente algunas cosas, que casi se han materializado.

    Soñar, es parte de mi vida.

    Un abrazo, cálido.

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