De vegades és bo mirar enrera i caure en l'inmens buit de nosaltres mateixos. Fa molta por, és paral·litzant i gens agradable...però quan ho fas, observes que aquell mateix buit és producte d'una por llunyana...una por tonta que no té raó d'ésser...i com ja no té raó d'esser, podem seguint caminant per escales diferents.
En mi vida suelo encontrarme con escaleras muy empinadas, demasiado a veces.
No podemos quedarnos paralizados. No queda otra que avanzar; es probable que empecemos a subir los primeros peldaños con miedo e inevitablemente mirar atrás, hasta que lleguemos al punto de confianza necesario para llegar al final sin temores por lo que dejamos atrás o por lo que encontraremos al llegar.
Es esa misma sensación que produce el vértigo.
ResponderEliminarEn esos casos, mejor tomar aire, respirar profundamente, y mirar hacia delante, con pasos seguros.
Un abrazo, Pluvisca.
De vegades és bo mirar enrera i caure en l'inmens buit de nosaltres mateixos.
ResponderEliminarFa molta por, és paral·litzant i gens agradable...però quan ho fas, observes que aquell mateix buit és producte d'una por llunyana...una por tonta que no té raó d'ésser...i com ja no té raó d'esser, podem seguint caminant per escales diferents.
Buena metáfora, Pluvisca.
ResponderEliminarEn mi vida suelo encontrarme con escaleras muy empinadas, demasiado a veces.
No podemos quedarnos paralizados. No queda otra que avanzar; es probable que empecemos a subir los primeros peldaños con miedo e inevitablemente mirar atrás, hasta que lleguemos al punto de confianza necesario para llegar al final sin temores por lo que dejamos atrás o por lo que encontraremos al llegar.
Un beso.
Subir un escalera, sea como sea, ya es un triunfo en sí mismo.
ResponderEliminarUn abrazo apretao