martes, 29 de septiembre de 2009
El columpio
sherry rogers
Me encanta el columpio, de pequeña y
de mayor, de siempre.
Cuando paso por un parque y veo uno,
no puedo resistirme, tengo que sentarme
en el y balancearme, es que es algo
que me hace sentir muy y muy bien.
El otro día, iba con alguién por la calle
y pasamos por un parque, en cuanto vi
un columpio, allí que me fuí...la persona
que iba conmigo no se lo podía creer...
empezó a darme un mitin sobre lo que
no se puede hacer a según que edades,
que si hacía el ridículo, que si lo que yo
quería es parecer mas joven, que si
tenía que asumir mis años...
¿Sabeis?, le dije: "mira, tienes toda la
razón y además de todo lo que me has
dicho, además, soy rarar, rara rara y
algo loca, pero...xxxDDD que me encanta!!!
Teresa
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Uffffff Teresa ¿adivinas lo que te diria un psicoanalista?
ResponderEliminarPero ¿ acaso no nos columpiamos a diario en la vida? Arriba/ Abajo, más arriba/más abajo... ni rara ni loca.
;D
Jo no crec que siguis la única rara, noia.
ResponderEliminarFa uns tres anys, per nadal a l'hospital de sant pau, una servidora es va posar a jugar a la xerranca amb una colla de menuts.
I un metge entradet en anys amb un somriure a la boca sorneguer va dir:
Neeeeeeeeeensss, deixeu a la nena gran que guanyi...
;-) em vaig morir de vergonya, però alhora, em sentia molt feliç.
Es extrany oi?
No es extrany, entenc molt be que et sentisis feliç i la vergonya...ja saps, "a soltarse el pelo"
ResponderEliminarCarmen, que si que nos columpiamos, ya lo creo, tienes toda la razón
ResponderEliminarUn abrazo